Una de las decisiones más complicadas a la hora de reformar una vivienda es el tipo de pavimento a elegir. Si te decides por un suelo de madera, puede que te encuentres perdido entre las diversas opciones que existen en el mercado.

Aunque generalmente a todos los suelos de madera se les llame parquet, existen tres grupos principales: tarima maciza sobre rastreles, parquet encolado y tarima flotante (ya sea sintético o natural).

 

Tarima maciza sobre rastreles. Se trata de un sistema tradicional de instalación, consistente en instalar tablas alargadas de madera maciza de alrededor de 2cm de espesor, clavadas sobre un entramado de rastreles de madera previamente fijados al suelo. Existe una gran variedad de maderas especialmente diseñadas para la instalación de tarimas macizas, siendo las más usadas: roble, elondo, jatoba, teka, haya…

Ventajas:

  • Calidez, elegancia y nobleza de la madera natural
  • Durabilidad, ya que este tipo de tarima se puede acuchillar y pulir varias veces, quedando totalmente renovado
  • La altura que proporcionan los rastreles puede aprovecharse para pasar instalaciones, instalar algún tipo de aislamiento, o salvar posibles desniveles en el forjado
  • Durabilidad, ya que se trata de un suelo fácilmente renovable, al poder ser lijado y pulido

Desventajas:

  • La colocación de este tipo de suelos es más laboriosa y por tanto más costosa que una tarima flotante.
  • Se requiere de espacio para el rastrelado. Si se trata de una reforma difícilmente podrá instalarse este tipo de suelo si no existía previamente, salvo que se eleve la altura de todo el espacio.
  • La tarima clavada sobre rastreles presenta cierto sonido de pisada o impactos.
  • Solución poco resistente, ya que se raya fácilmente.
  • Al tratarse de madera maciza, es una solución relativamente inestable, pudiendo experimentar fenómenos de contracción y dilatación debido a las condiciones de humedad.

 

Parquet de madera encolado. Se trata de un sistema de instalación tradicional en el que una serie de tablillas de madera maciza se adhieren a un firme suelo previamente nivelado, mediante colas especiales. Este tipo de suelo permite formar diversas figuras geométricas. Una vez instaladas las tablillas, se acuchillan, se lijan y se les aplica el barniz elegido según el acabado deseado.

Ventajas:

  • Calidez, elegancia y nobleza de la madera natural
  • Permite diversas opciones estéticas, al modificar el tamaño, forma u orientación de las tablillas: colocación en paralelo, en espiga, en diagonal, damero, etc
  • Durabilidad, ya que se trata de un suelo fácilmente renovable, al poder ser lijado y pulido.
  • Estética de actualidad para ambientes estilo vintage
  • La pisada es silenciosa

Desventajas:

  • Es una solución muy costosa, ya que requiere de mano de obra especializada. Además, las tablillas de pequeños formatos amplían aun más los tiempos de instalación.
  • Al igual que en el caso anterior, se trata de una solución relativamente inestable por tratarse de madera maciza, por lo que pueden aparecer hinchazones o deformaciones.
  • Solución poco resistente, ya que se raya fácilmente.

 

Tarima flotante. La tarima flotante consiste en la instalación de tablas de madera machiembradas con instalación flotante, apoyadas sobre un suelo base previamente nivelado, y con una lámina de espuma de poliuretano intermedia. Distinguimos dos tipos de tarifa flotante:

 

  • Tarima flotante multicapa: Se trata de un producto compuesto por distintas capas: una capa superior de madera maciza que le da el acabado al producto, de un espesor mínimo de 2,5mm; una capa núcleo que puede ser de distintos materiales para aportar estabilidad al conjunto y una base de chapa.

Ventajas:

  • Calidez, elegancia y nobleza de la madera natural
  • Solución muy estable a cambios de temperatura o humedad
  • Parcialmente renovable. En función del espesor de la capa superior, el suelo multicapa puede permitir un pulido o dos.
  • Ideal para reformas o rehabilitación, al poder instalarse sobre un suelo existente si está bien nivelado.
  • La instalación es muy rápida y sencilla.

Desventajas:

  • Suelo poco resistente, al rayarse con facilidad

 

  • Tarima flotante sintética o laminada: Los suelos laminados están compuestos por un tablero de partículas de madera prensada, al que se le pega un papel fotográfico impreso de una imagen de una madera, y finalmente se le aplican unas resinas endurecedoras que en función del número de capas, le aportan un grado diferente de resistencia.

Actualmente es una de las soluciones más utilizadas, ya que gracias a las técnicas fotográficas y de impresión, sus dibujos imitan perfectamente a las maderas.

Ventajas:

  • Solución muy estable a cambios de temperatura o humedad
  • Los acabados de los suelos laminados son cada vez mejores, resultando complicado distinguirlos de la madera natural
  • Ideal para reformas o rehabilitación, al poder instalarse sobre un suelo existente si está bien nivelado.
  • La instalación es muy rápida y sencilla.
  • Es la solución más económica
  • Muy resistente, incluso para suelos comerciales de gran rodadura, según la calidad de la capa superior

Desventajas:

  • No renovable. No puede pulirse porque la capa superior no es madera.
  • Según la casa o la referencia, pueden llegar a detectarse la repetición de los patrones de la impresión.

Como podéis ver, la oferta es muy amplia, y las diferencias entre los distintos tipos de suelos son importantes. Esperamos que el post os ayude a la hora de tomar una decisión!

 

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