Trabajo: Reforma integral de vivienda
Superficie: 75 m²
Dirección: Vigo
Proyecto: Espacio Concept
El punto de partida era un piso antiguo, ubicado en un edificio construido en 1969, que nunca había sido reformado. El piso, de 75m² de superficie, mostraba un importante deterioro en sus materiales por el desgaste de los años. Además, era necesario renovar por completo las instalaciones. Un problema añadido: la planta de la vivienda era un espacio totalmente irregular, en el que no había más de dos paredes escuadradas.
Los objetivos del cambio estaban claros: conseguir más luminosidad, más funcionalidad y adaptarlo a una estética más contemporánea.
“Cuando entramos por primera vez en la vivienda, nos encontramos un interior sumido en las tinieblas, con muebles de otra era, y estancias totalmente descuadradas. ¡Uno de los dormitorios contaba con un cambio de plano en la pared del cabecero! “
ANTES: La vivienda original estaba distribuida en un amplio hall, dos dormitorios, cocina, un baño, comedor y sala de estar.
DESPUÉS: El piso se demolió por completo para modificar su distribución e intentar alinear los tabiques, cuando fuese posible. Se buscaba conseguir un baño más, para incluirlo en uno de los dormitorios. Además, a los propietarios les gustaba la idea de tener una estancia a mayores, a modo de estudio, donde pudiese dormir ocasionalmente un invitado.
“Teniendo en cuenta la distribución de la luz natural en la vivienda, lo lógico habría sido desplazar uno de los dormitorios hacia el patio trasero, y convertirlo en el dormitorio principal con baño en suite, ya que esta zona de la vivienda daba hacia un patio de manzana muy luminoso. Pero eso no fue posible, ya que nos vimos limitados por uno de los elementos que más condicionan los cambios de distribución en las reformas: la bajante de aguas sucias.”
Tras dar muchas vueltas a la distribución, se concluyó que para alojar esta zona de estudio que necesitaban los clientes, la solución pasaba por eliminar el hall, y entrar directamente a la zona de cocina-comedor
“El mayor reto fue crear una distribución equilibrada, teniendo en cuenta los descuadres existentes en la planta de la vivienda.”
Ahora, la cocina y el comedor se encuentran en la entrada de la vivienda. A través del pasillo, se llega al dormitorio secundario y al baño, y desemboca en el salón, el cual ocupa la estancia más luminosa de la vivienda. Desde el salón se accede directamente al estudio/dormitorio auxiliar, y al dormitorio principal, con baño en suite y vestidor.
Respecto a los pavimentos, se optó por una tarima sintética de clase AC4 en toda la vivienda excepto en los baños y en la cocina, donde se instaló una baldosa hidráulica en blanco y negro.
Respecto a la decoración, el color predominante fue el blanco, combinado con toques de color en textiles o mobiliario.
¿El toque divertido de la reforma? Se mantuvo la puerta de entrada, y se pintó su cara interior de amarillo limón. De esta forma la convertimos en un elemento decorativo más, ya que ahora forma parte de la cocina y comedor.
